DOCTORA DE LA UAA EXPLICA CÓMO LOS VÍNCULOS AFECTIVOS IMPACTAN NUESTRA SALUD MENTAL
- Los vínculos afectivos no solo son esenciales para nuestro desarrollo personal, sino que son la base de una vida emocional y mentalmente saludable.
- Los amigos juegan un papel crucial en la construcción de la autoestima, ya que la influencia externa puede reforzar o debilitar la percepción que tenemos de nosotros mismos.
Los vínculos afectivos juegan un papel fundamental en el bienestar emocional de las personas, tanto en su desarrollo como en su estabilidad mental a lo largo de la vida. La Dra. San Juana Aguilera Rubalcava, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, profundiza en cómo estos lazos, desde la infancia hasta la adultez, moldean nuestra percepción de nosotros mismos y nuestra relación con el mundo.
La doctora explicó que, desde el nacimiento, los seres humanos somos profundamente dependientes de los demás. A diferencia de otras especies que nacen y rápidamente se vuelven autosuficientes, los seres humanos necesitamos años para alcanzar la independencia. Esta característica, señala, nos convierte en seres sociales, cuya supervivencia y desarrollo dependen en gran medida de los vínculos afectivos con los demás.
“El apego, que es la forma en que nos conectamos emocionalmente con los otros, está presente desde el inicio de nuestra vida. A medida que crecemos, nuestras relaciones se vuelven más significativas, no solo por la cercanía física, sino también por la conexión emocional y los objetivos comunes que compartimos”, comentó.
De acuerdo con Aguilera Rubalcava, la relación con la familia, especialmente en los primeros años, es clave para el desarrollo emocional; pues durante la infancia, los niños aprenden principalmente por imitación, y es a través de los vínculos con los padres o cuidadores que internalizan valores, comportamientos y modos de interacción. Sin embargo, en la adolescencia, el rol de los padres comienza a ser complementado por los amigos y la pareja, reflejando el cambio hacia la búsqueda de independencia emocional.
Estos vínculos no sólo forman la base para la autoestima, sino que también son esenciales para el manejo de conflictos o desacuerdos. La profesora destacó que la solidez de los lazos familiares y de amistad crea un ambiente de seguridad emocional que permite lidiar con las diferencias sin que estas amenacen la relación. “Con las personas más cercanas, es probable que podamos enfrentar desacuerdos o peleas sin que el vínculo se rompa. Sabemos que, aunque haya diferencias, la relación sigue siendo fuerte”, afirma.
Además, los vínculos afectan profundamente nuestra salud mental. En la adolescencia, por ejemplo, los amigos juegan un papel crucial en la construcción de la autoestima, ya que la influencia externa puede reforzar o debilitar la percepción que tenemos de nosotros mismos. Según la Dra. San Juana, la calidad de los vínculos es mucho más importante que la cantidad. “Si tenemos relaciones sólidas, podemos conseguir apoyo de personas que realmente nos conocen y confían en nosotros”, explica.
“La selección de esos vínculos se vuelve muy importante, porque dependiendo de ello, vamos a tener amigos que nos ayuden a crecer, que nos ayuden a exacerbar miedos que de pronto nos detengan o nos hagan retroceder en procesos de desarrollo” apuntó.
La doctora señala que establecer relaciones basadas en la proximidad, la afinidad y la disponibilidad es clave para crear lazos duraderos. “En el entorno laboral, por ejemplo, la cercanía y la posibilidad de compartir intereses aumentan las probabilidades de formar amistades significativas”, comenta la especialista.
Finalmente, en un mundo cada vez más influenciado por las redes sociales, la Dra. Aguilera hace un llamado a reflexionar sobre la relación entre los vínculos afectivos y la valoración externa. El exceso de exposición a opiniones ajenas puede generar inseguridades, sobre todo cuando estas valoraciones afectan aspectos personales que no podemos cambiar, como nuestra apariencia. Comentó que es fundamental ser conscientes de cómo las valoraciones externas impactan nuestra autoestima y cómo estas pueden llevarnos a tomar decisiones que no corresponden con nuestro bienestar.