En tarde calurosa y con ráfagas de viento que molestaron a los toreros, se celebró la novena corrida de feria con un cartel que despertó el interés de los aficionados que llenaron un poco más de tres cuartos del aforo.
Los toros de Campo Real, aunque bonitos de lámina, resultaron bravucones, con peligro sordo, débiles y con poco fondo. Arturo Macías El Cejas, Alejandro Talavante y leo Valadez fueron los encargados de lidiar y pasaportar ese encierro.
Para Arturo Macías las cosas no rodaron de lo mejor ya que durante la faena de muleta el toro le echó mano hasta en tres ocasiones por lo que hubo de ser llevado a la enfermería y posteriormente trasladado al hospital para ser intervenido de una herida por asta de toro en la parte derecha del tórax. Aquí encontrarán una imagen del parte médico.
Talavante fue el encargado de dar muerte al primer astado, quedando en un mano a mano entre el propio Talavante y Leo Valadez.
El de Badajoz poco pudo hacer con su lote, principalmente por las malas condiciones de los astados que le correspondieron en el sorteo y si además le sumamos el viento, tenemos como resultado que solo pudimos apreciar detalles de la calidad de su toreo. Con la intención de conseguir un triunfo, se decidió a regalar un toro, no de la ganadería titular, fue de San Isidro de nombre CHOLIN con 598 kilos a cuestas el que pronto se paró, pero al que pudo sacar tandas que calaron en el ánimo de los aficionados que no dudaron en pedir la oreja, misma que fue concedida para escuchar división de opiniones.
Leo Valadez muy poco pudo hacer con su primero, al que le correspondió por el percance del Cejas, le cortó una oreja que luego de una faena en la que puso todo su empeño, toreando variado de capa, con la muleta aprovechó cada pase y ligó tandas fuertemente jaleadas, sobre todo cuando toreaba en redondo, pudiendo con el difícil astado y con el viento que toda la tarde molestó a los alternantes. En sus otros toros pudo haber paseado una oreja de cada uno, pero los malos manejos de la espada se lo impidieron.